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viernes, mayo 31, 2013

Como ser Excepcional en Todo

Descubre por qué ya no alcanza con ser bueno, tienes que ser el mejor
Como ser Excepcional: Siempre he sido una buena alumna. Me considero una persona inteligente y estudiar no me costaba, sin embargo era una estudiante perezosa, no mediocre o conformista, pero sí perezosa. En este sentido llegar a casa con una puntuación de siete u ocho sobre diez, me parecía un motivo de satisfacción.
Sin embargo, mi padre no la veía como yo: cuando sacaba un siete, su respuesta era, “hasta el 10 te quedan tres puntos” y si la nota era un ocho, me quedaban dos puntos para el 10. Figúrese cuando la nota era cinco o seis, para mi padre era un desastre.
Nunca entendí estas reacciones de mi padre, en aquellos momentos, un 7 o un 8, me parecía una gran noticia y me enfadaba cuando no recibía sus palabras de enhorabuena. Sin embargo, tal y como me he ido haciendo mayor, me he dado cuando de lo inteligente que es mi padre: siempre me ha empujado a la perfección. A ser la mejor para poder ser realmente competitiva.

Un amante romántico, uno para la lujuria y otro para el amor

"Deseo es testosterona. Romance es dopamina. Y apego es oxitocina. Mi amiga Helen Fisher nos recuerda que podemos sentir deseo por una persona, tener un romance con otra y sentirnos apegados a una tercera. Pero nosotros hemos decidido que como modelo necesitamos (obtener) las tres en el mismo lugar. Aunque no estamos exactamente cableados para eso". Esto lo decía, días atrás,Esther Perel, la reputada terapeuta, especializada en parejas y sexualidad, autora del libro Inteligencia erótica y profesora en la Universidad de Nueva York.
Pero además de las hormonas que nos disparan las emociones, hay emociones que vienen adheridas a los sonidos de las palabras que las nombran.
Al abordar el asunto del hambre que evoca sexo y lo tibio del amor, el cuidado, la protección, Perel vuelve a insistir en que "cuando piensas en deseo no quieres ir siempre adonde vas cada vez", porque lo que deseas es lo inesperado, "quieres sorpresas". Y resulta que querer eso con la persona de la que dependes en la vida cotidiana resulta "demasiado amenazante", en su opinión. Así, sostiene que podemos sentirnos más libres con gente a la que conocemos menos.